Capítulo III. Manantial en el Desierto: La historia oculta de Ciudad Juárez
José Mario Sánchez Soledad/Autor
Los últimos días del fundador
En ese tiempo, a fray García también le tocó encabezar a la orden franciscana de Nuevo México en el conflicto con el gobernador López de Mendizábal, por lo que volvió a la Misión de Guadalupe hasta el 2 de abril de 1662, cuando bendijo la piedra fundamental y cimientos del templo que subsiste en la actualidad, fue dedicada y se hizo tradición que los viajeros que pasaban visitaran la Misión y asistieran a sus fiestas, que fueron instituidas para el mes de diciembre.
Fray García de San Francisco estuvo al frente de la Misión de Guadalupe hasta 1671 en que emprendió su último esfuerzo para la evangelización de las tribus Júmanos y Julimes de la Junta de los Ríos (actual Ojinaga, Chihuahua). De acuerdo con las crónicas, después de más de 40 años de labor misionera y de haber bautizado a más de 10 mil personas, fray García firmó por última vez el libro de defunciones un 30 de enero de 1671.
Su último registro bautismal fue el 8 de septiembre de 1671. Se retiró a Senecú donde murió el 22 de enero de 1673. Por desgracia se desconoce donde descansan sus restos, ya que
dicha misión fue destruida poco tiempo después durante la rebelión de 1680; perdiéndose todo vestigio de su localización en el actual territorio de los Estados Unidos. Una gruesa partida de apaches sorprendió a los habitantes de la misión, sin que tuvieran tiempo de defenderse, y mataron a gran número de hombres, mujeres y niños, y entre ellos a su Misionero Fray Alonso Gil Dávila.
A fray García de San Francisco La historia de Nuevo México y del Paso del Norte lo distingue como precursor de la vinicultura, ya que introdujo el cultivo de la vid y la elaboración de vinos a estas tierras. Al retirarse Fray García se queda al frente de la Misión de Guadalupe Fray Benito de la Natividad.
Influencia y rasgos de la colonia en Paso del Norte
El haber triunfado sobre el desierto en muchas ocasiones se manifiesta como rasgo del carácter juarense. El haber podido trabajar en pos de vencer el desierto, se ha dicho infinidad de veces, es lo que forjó la tenacidad y valentía de los habitantes de esta región.
Ese carácter cristiano permitió vivir en una relativa tranquilidad basada en la vida familiar y en actividades de agricultura, comercio, y servicios. La misión de Paso del Norte, único lugar que no sería destruido por la rebelión indígena de 1680, gracias a la protección de la Virgen de Guadalupe, a la voluntad pacífica de los indios mansos y a que en la zona los indígenas no sufrieron la gravedad de abusos que se presentaron en otras partes.
Los padres franciscanos enseñaron a cosechar con abundancia sobre las orillas del Río Bravo trigo, maíz, frijol y todo género de legumbres y hortaliza. Los indígenas aceptaron la agricultura de inicio, y poco a poco en el Paso del Norte se cultivaron abundantes viñedos, de donde se sacaba vino y aguardiente.
Las frutas eran las mismas que las conocidas en España y de muy buen sazón y gusto. Según la historiadora Dra. Guadalupe Santiago de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, “En seis años los franciscanos y su proyecto de comunidad agrícola lograron que todos los indígenas tuvieran un pedazo de propiedad, acceso para agua de riego y el uso de ropa”. Muchos de sus productos se intercambiaban con poblaciones de la región a través de caravanas.
Nuestra comunidad es de origen colonial y el pensamiento de nuestros fundadores aún se percibe en algunos rasgos de nuestra comunidad. Fray García de San Francisco conocía la legislación promulgada por los monarcas católicos españoles para regular la vida social, política y económica entre los pobladores de la parte americana de la Monarquía Hispánica.
En esos tiempos distintas normas legales estuvieron vigentes en los reinos de Indias. Básicamente estas eran las Leyes de Burgos, las Leyes Nuevas, las Ordenanzas de Alfaro y finalmente todas estas dieron nacimiento a las Leyes de Indias que fueron promulgadas mediante real cédula el 18 de mayo de 1680, y su texto resume los principios políticos, que ocupara gran parte de Latinoamérica y Europa. Estos principios políticos se pueden resumir en los siguientes conceptos: establecer una autoridad moral, crear un gobierno funcional con atribuciones
claras, establecer una autoridad de seguridad, estabilizar los
recursos naturales y desarrollar la economía.
Los rasgos aún presentes de este pasado los encontramos: en el edificio de la Misión de Guadalupe, que refleja la necesidad de una autoridad moral al centro de la vida comunitaria, en nuestra plaza de armas y sus calles que recuerdan la cruz cristiana, en la antigua presidencia municipal, que anteriormente como presidio brindaba seguridad a los pobladores.
Sin embargo, nuestra comunidad no nace como un proyecto de ciudad, de inicio fue un proyecto agrícola sustentado en las acequias. Estas disminuyeron el riesgo de inundación al controlar las bajadas de agua de la Sierra de Juárez y distribuían parte de las aguas del río Bravo para hacer posible las huertas y la economía familiar en los diferentes partidos y con un trazo urbano original que respetaba y potenciaba los recursos naturales para poder desarrollar la economía agrícola local.
Esta estructura agrícola fue la que se mantuvo hasta muy entrado el Siglo XIX. En pocas palabras la inercia colonial no termino hasta mucho después de la independencia de México en 1821.