Presencia
Defensores de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos han denunciado la expulsión de estas personas desde el país del Norte, en violación a acuerdos entre ambos países, aseguran.
Por ejemplo, hace una semana varios ciudadanos haitianos fueron devueltos a Ciudad Juárez,donde fueron recibidos en albergues de la Iglesia. Esto en medio del notorio aumento de los retornos en algunas regiones desde que el presidente JoeBiden asumió el cargo el mes pasado.
De acuerdo a lo publicado por el portal de Forbes, solamente por Baja California llegan diariamente hasta 140 personas por día bajo el Título 42 y también han sido devueltos venezolanos, colombianos y peruanos.
A estas recientes deportaciones se le suma la llegada de más migrantes a la ciudades fronterizas, donde se espera el arribo de una nueva caravana que salió recientemente de Honduras. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué le falta a la ciudad para seguir recibiendo a los migrantes, ya sea que son deportados o llegan en nueva caravana?
Creo que la ciudad tiene la capacidad, la buena voluntad, los albergues, creo que la ciudad ha crecido en este tema. Aquí la pregunta sería si los albergues o la ciudad están acompañados de Migración, de los filtros, de Derechos Humanos, de Coespo, de otras organizaciones a las que les compete la situación. Porque el asunto no es que los albergues respondan, nosotros podemos responder, la cosa es si estamos haciendo bien las cosas de acuerdo a la ley, de acuerdo a lo mejor, a los acuerdos migratorios entre México, Centroamerica y Estados Unidos. Creo que la experiencia del 2018 nos ha hecho, como albergues, prepararnos y responder, con limitaciones y fallas, pero aquí el detalle es si realmente estamos acompañados por los tres niveles de gobierno, sobre todo por el federal y estatal, porque podemos tener la buena voluntad, hacer nuestro trabajo, pero si no está acompañado o en dirección a ese plan migratorio que tengan con Estados Unidos o Centroamérica, sería un esfuerzo inútil. Por ejemplo, ¿Qué paso en el 2018, 2019 y 2020? Los albergues tuvieron qué responder, sacaron adelante; el gobierno federal, municipal y estatal no tuvo mucha incidencia, y eso los gobiernos municipal y estatal, pero el gobierno federal es el que debe llevar la batuta, entonces nosotros hacemos nuestro esfuerzo con la ayuda de la comunidad, de empresarios y apoyo de organizaciones internacionales, pero eso no nos compete a nosotros. El problema de la migración es del gobierno federal, estatal y municipal, nosotros somos algo paliativo, no algo que tenga incidencia en el problema serio de la migración.
Pbro. Javier Calvillo/ Director de la Casa del Migrante
Es indudable que ninguna ciudad -ni siquiera un país- están nunca preparados para recibir y acoger de buenas a primeras a un flujo masivo de personas fuera del orden establecido y de sus planes de desarrollo a corto y mediano plazo.
La experiencia migratoria que tuvo México durante el último trimestre del año del 2018, y en particular Ciudad Juárez en los primeros meses del 2019,con la llegada de miles de personas en movilidad, provenientes de diversos países (del Caribe y de Centroamérica principalmente) evidenciaron la anterior premisa.
En el caso concreto de nuestra ciudad, se estima que de enero a mayo de 2019 llegaron cerca de 50 mil personas migrantes, aunque hubo algunos días de abril y mayo que llegaban hasta mil personas diarias.
Por estudios propios de nuestro oficio, realizados en su momento y hasta la fecha, podemos afirmar que la principal crisis y emergencia que se vivió en aquellos meses fue la falta de un hospedaje y alojamiento digno y humano.
Con el paso de los meses las necesidades de esta población fueron cambiando (actualmente no satisfechas ni atendidas del todo)lo mismo sucedió con los flujos migratorios: ya que mientras los provenientes del sur disminuyeron considerablemente, los del norte aumentaron hasta un 200 por ciento bajo diversas modalidades; como los migrantes que retornaron bajo los MPP (protocolos de protección al migrante), los deportados o repatriados y -más recientemente por la emergencia sanitaria causada por el COVID-19- los devueltos bajo el amparo del Título 42.
Bajo tales circunstancias es válido asegurar que las migraciones (en cualquier sentido y por cualquier motivo o razón) no tendrán fin, por lo tanto autoridades de los tres órdenes de gobierno, así como la sociedad civil y otros actores sociales preponderantes del ámbito empresarial y político, deben de gestionar soluciones que respondan humanitariamente a esta población que, prácticamente, viene huyendo de horrores indecibles, aunque sí imaginables para nosotros en la corta memoria.
Por ello mismo la ciudad en su conjunto está obligada a prevenir crisis similares en el futuro inmediato, sacando tajada de la experiencia pasada, para no reaccionar improvisadamente cuando el problema lo tiene encima.
No basta la buena voluntad de nadie, hacen falta acciones concretas como políticas y programas públicos,enfocados a brindar una atención digna y humana, enmarcada en el respeto y observancia de los Derechos Humanos Universales, a las que estas poblaciones en movilidad deben de tener acceso sin importar su condición migratoria.
Jesús Alfredo Rodríguez Castro/Técnico Académico/Colef
Podría comentar al menos tres a cuatro ideas muy cortitas. La primera, que nadie emigra por su propio gusto.La experiencia que nos ha dejado la llegada de migrantes en grupos grandes a esta ciudad, es precisamente una experiencia de dificultades, una experiencia de dolor e inclusive una experiencia de injusticias, de tal forma que el migrante que abandona su tierra, su familia, no lo hace por gusto, sino por una profunda necesidad.La segunda idea que me parece importante considerar es que la migración como tal, es un derecho humano: las personas tenemos derecho de movernos hacia aquellos lugares en donde se pueda vivir mejor, y también es de las experiencias que nosotros hemos constatado en las personas que han llegado a la ciudad en busca de una vida mejor.
La tercera idea que se me hace también importante y que en un tiempo como el nuestro se insiste en estos temas, es que el extranjero, el migrante, también nos da la posibilidad de reconocer las diferencias.Nuestra cultura actual insiste de manera particular en el tema de las diferencias, sin embargo parece ser que hay una identificación solamente con algunas diferencias, o con ciertas ideas de diferencia, sin embargo el migrante nos presenta otra.
La diferencia de nacionalidad, la diferencia de cultura, la diferencia de las formas de hablar, la diferencia de las formas de ver el mundo y muchas otras, y creo que recibir al migrante,recibir al extranjero nos plantea ya esta posibilidad, no solamente de reconocer la diferencia, sino de respetarla, y también de recibirla, de abrir un espacio para ellos. La cuarta idea que quisiera decir de una manera muy breve, es la hospitalidad, es una forma también de empatía y dicha en términos cristianos, es una forma de fraternidad.No puede haber una fraternidad cuando no se hace una disposición de reconocimiento y de acogida, particularmente de aquellos que están mas vulnerables.
Pbro. Francisco García/ párroco de San Juan Apóstol y Evangelista