Un atroz crimen causó conmoción en la comunidad juarense y puso en alerta a la comunidad sobre la operación de Centros de rehabilitación para personas con adicciones.
El pasado mes de mayo se dio a conocer la muerte de una mujer que fue reportada como desaparecida, luego de haber ingresado a un Centro femenil de rehabilitación de adicciones.
Luego del reporte, las autoridades encontraron a la mujer muerta y descuartizada en un domicilio. De acuerdo a lo publicado en medios de comunicación, dos mujeres encargadas del centro de rehabilitación son las responsables del crimen.
Reportes periodísticos indican que las victimarias golpearon a la mujer al tratar de someterla por síndrome de abstinencia, pero “se les pasó la mano” y por ello quisieron deshacerse del cuerpo. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Cómo se debería regular la rehabilitación de personas adictas a drogas, para evitar descontrol en centros que la ofrecen?
No es que no esté regulado. Existe la Comisión Estatal de atención a las adciciones del Estado de Chihuahua. En Juárez hay una oficina encargada de todo eso, y sí existe regulación de los centros, se tienen juntas periódicamente cada primer jueves de mes …
Pero son más los centros que no están regularizados; el gobierno está tratando de llegar a cada uno de ellos, pone opciones y facilidades para que uno se pueda registrar, ponen algunas normas para que las casas de rehabilitación sean funcionales, tiene que estar uno en programa con la Coespris, tiene uno que ir a Protección Civil, hay varios requisitos para que el centro sea un establecimiento apto, y que ellos lo avalen…
Ellos quisieran que todos los centros estuvieran en la lista, en orden, pero se escapan muchos centros y a la vez no nada más los registran para que sean parte, sino que dan formación muy buena; hace poco nos dieron un curso para promotores deportivos, constantemente están capacitando, no es nada más tener el nombre, creo que tienen una buena dirección.
Pero esto es un proceso que continua y dura toda la vida. Recuerdo un curso en el que nos decían que los que atienden o dan terapia, deben ir a terapia, entonces todos los que trabajamos con este tipo de personas tenemos también que estar asistiendo a terapias, retiros, a grupos, capacitación.
Pero pasa que algunos duran un tiempo sin consumir y dicen ‘ya me rehabilité, ‘voy a abrir un grupo’. Sí, dejaron de drogarse, pero no tienen un manejo de sentimientos, control de emociones y para poder dirigir un grupo se necesita mucha formación, no es abrir un grupo por abrirlo, nada más por que lo consideran una oportunidad. Porque cabe decir que estos programas, si no son de verdad con espíritu de ayuda a la gente, son programas con los que la gente puede enriquecerse. Este puede ser un modus vivendi buenísimo, y la gente dice: ‘aquí mero’.
Yo lamento mucho este caso porque conocí este programa y a las personas de este caso; me puede mucho porque ya habíamos platicado sobre la formación, pero ellos llega un momento en que ya no quieren nada, porque ya tienen tiempo (rehabilitados). Pero se debe saber que esto es una lucha diaria. Hay que formarse toda la vida, y los que estamos en la fe, asistiendo a misa, que no es una obligación, sino es una necesidad para poder atender a estas personas. Para nosotros son importantes los sacramentos, la Confesión, etcétera…y los que no se guían por el lado de la fe, pues que se formen, ya sea en los cursos que dan de AA, descargarse en la tribuna, y no sólo los doce pasos, sino que hay cursos especiales…y debe uno seguirse alimentando y formando.
Eduardo Tovar/Barrios Unidos por Cristo/ Centro de Formación Santa María de Guadalupe
Considero que la evaluación psicológica de los empleados es clave, tanto para determinar la estabilidad emocional de cada uno, como para analizar su capacidad cognitiva y sus habilidades organizacionales, con el fin de saber si es capaz o no de desempeñar las funciones propias de su puesto, ya que, aunque tengan un título profesional, eso no nos asegura sus capacidades, principios y valores. También es necesario contar con auditorias constantes y exhaustivas de los centros de rehabilitación, para tener evidencia de varios aspectos, como lo son: expedientes de pacientes; registro de expedientes, de altas y bajas de los pacientes; registro y control de personas externas que entran y salen del recinto (por seguridad de los internos y del personal); cumplimiento de protocolos; capacitación constante del personal, entre otros.
En estos lugares se tiene trato con personas, que deben ser tratadas dignamente y se les debe ofrecer un servicio de calidad; más aún, se trabaja con la salud integral de las personas, lo cual es delicado y debe de considerarse en todo momento, a fin de ver por su bien mayor.
Luis Enrique Olvera Mendoza/ Psicólogo
Primero que nada creo que el espiritu que muchas veces se puede manipular ahí es por el aspecto monetario, puede ser más importante el dinero que la misma persona. Estamos en una realidad muy monetizada y muchas veces los criterios económicos están muy por encima del criterio humano o de un humanismo cristiano. En ese sentido hay que tener claro la finalidad, que no es centro de lucro, sino un lugar desde un sano humanismo, un lugar de habilitar a la persona que se ha deshabilitado para la sociedad, convertirla en persona productiva, que aporte, y aprenda nuevos estilos de vida.
Lo segundo es la metodología, que sea eficaz, que llegue a la sanación profundamente humana, la renuncia de sus rencores, de todo lo que le movió hacia alguna adicción; recordemos que la adicción es un refugio para no enfrentar la realidad, entonces la metodología que puede llevar la persona, es precisamente el descubrimiento de su autoconciencia, libertad y autonomia: encaminarse en esas capacidades; y hay métodos muy trazados que nos ayudan a recuperarnos como personas en estos tres aspectos, y se van aportando, porque más allá de otras metodologías, eso sería lo escencial, recuperarte humanamente y luego agregarle -desde el punto de vista cristiano- un proceso que te inserte en la vida cristiana para poderte mantener en la comunidad que te alimenta, a la que aportas y así robusteces a la sociedad y te vuelves propositivo.
Y por último considerar y revisar un trato humano a las personas en su recuperación. Es muy fácil condenar. Sabemos que quienes han caído en la adicción, hay una autoreferencialidad máxima y nadie los puede controlar; en ese sentido, entonces ir abriendo esos espacios de libertad para una vida mas llevadera en la convivencia con los demás, que te introduzcan al trabajo y te hagan un ciudadano muy responsable y crear esos aspectos en los centros de rehabilitacion, irlos regulando en esas metodologías, aparte todo el aspecto de seguridad, sano espacio, limpieza, etcétera.
Pbro. Roberto Luna/ Dimensión Fe y compromiso social