Juan Jesús Hernández/ Psicólogo
Ciudad Juárez tiene el deshonroso primer lugar en intentos de aborto a nivel nacional, es considerada una de las ciudades más violentas del mundo y con ello vemos que la cultura de la muerte seh a apoderado de nuestra sociedad a pequeña, mediana y gran escala: desde detalles tan pequeños como insultar a alguien cuando circulamos en la vía publica, denigrar a quien no piensa como nosotros, hasta la provocar la muerte misma de otra persona por unas cuantas monedas.
Pero es de todos conocido que también en Ciudad Juárez habemos personas de bien, que amamos y queremos a nuestra ciudad y hacemos el bien a los demás, buscamos el bien común trabajando día con día para la edificación de una mejor sociedad.
Nosotros estamos conscientes que la batalla contra la cultura de la muerte, es decir, el aborto y otros males de nuestro tiempo, debe librarse principalmente desde la trinchera espiritual, por lo que desde hace varios años un grupo de personas nos hemos reunido en la iniciativa de orar por el fin del aborto en el mundo, pero especialmente en nuestra comunidad.
Hermanados con personas de la ciudad de El Paso, Texas hemos caminado este sendero de luz, de oración diaria, ofreciendo ayunos, visitando al Santísimo, rezando el Rosario y ofreciendo la Sagrada Eucaristía.
La que emprendemos en estos días sería la segunda campaña en la que no sólo nos unimos a la comunidad de El Paso, Texas, sino además a las comunidades de la Ciudad de México, en lo que llamamos “40 días por la vida México”.
Usted amable lector se preguntará qué es esto. Le explico: se trata de una campaña de oración contra el aborto que se inspira en el Evangelio de Mateo cuando los apóstoles, que no pudieron curar al hombre que padecía convulsiones, preguntaron a Jesús por qué no pudieron ellos expulsar ese demonio y Él les contestó: “este demonio no sale sino por la oración y el ayuno” (Mt. 17,21).
De esta manera, se trata de ofrecer la oración y ayuno personal en reparación del aborto y para que termine el asesinato de millones de seres inocentes a manos de la «industria» del aborto. Con esto también estamos respondiendo al llamado de Juan Pablo II que hizo a través de su encíclica Evangelium Vitae: “Es urgente una gran oración por la vida que abarque el mundo entero”.
Lo invitamos, estimado lector de Presencia, a que se una con nosotros a la campaña que comenzó el pasado 23 de septiembre y finalizará el primero de noviembre. Hagamos juntos el compromiso de rezar diariamente, durante estos 40 días, la Oración por la Vida de Juan Pablo II, el Rosario por la Vida, visitar al Santísimo y ofrecer las celebraciones Eucarísticas a las que asista. Adicionalmente, se pide hacer ayuno una vez a la semana, preferentemente los viernes y ofrecerlo para que en nuestro país se respete siempre la vida, haciendo nuestras las intenciones de la Oración por la Vida.
Oración por la vida
Oh! María, aurora del mundo nuevo, Madre de todos los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén