- El grupo de matrimonios adultos de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, junto con el padre Francisco Sánchez, entonces encargado de la Pastoral Familiar de la parroquia, idearon crear un grupo de matrimonios jóvenes que hoy persevera en su misión…
Ana María Ibarra
Con el objetivo de ofrecer un acompañamiento a familias jóvenes a través de una comunidad activa que ofrece herramientas necesarias para su formación, se creó un grupo de matrimonios jóvenes en la parroquia Nuestra Señora de la Paz.
Este grupo, que también “promociona un Dios vivo que puede lograr una transformación en la sociedad consolidando la pastoral familiar”, tiene un equipo base de cinco matrimonios coordinados por Erika y Adrián García, quienes compartieron con Presencia el trabajo que realizan en la diócesis local.
La iniciativa
Hace dos años, el grupo de matrimonios adultos de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, junto con el padre Francisco Sánchez, entonces vicario parroquial y encargado de la Pastoral Familiar de la parroquia, idearon crear un grupo de matrimonios jóvenes.
Comenzaron con “la pesca” animando e invitando a matrimonios jóvenes a integrarse.
“Nosotros participábamos en el coro de la parroquia y, al mes de casarnos, el padre Paquito nos llamó, y a otras parejas servidores de la parroquia con pocos años de casados”, compartió Erika.
Fue en enero del 2019 cuando el equipo de seis parejas, se reunió por primera vez con el sacerdote para conocer las espectativas.
“El propósito es abarcar ese abismo que existe entre cuando te casas, hasta que vas a bautizar a tu primer hijo, regresas a su primera Comunión y, regularmente no regresas hasta que eres ya un adulto a formar parte de un grupo de matrimonios”, explicó.
Agregó que el sacerdote decidió iniciar con este proyecto piloto pidiendo a los matrimonios del equipo desarrollar una temática que abarcara todos los asuntos importantes en una relación matrimonial en los primeros años.
“Los temas se enfocan desde una perspectiva espiritual y social. A partir de eso, recabamos la información de lo que vivimos en las platicas prematrimoniales y de la experiencia como matrimonios jóvenes”, expuso la entrevistada.
El temario
El temario que reflexiona este grupo consta de seis bloques que incluye temas como la base del matrimonio, el sacramento, la economía familiar, estar abiertos a la vida, la dignidad humana, incluso de las diferencias entre hombre y mujer.
“Durante un año, las seis parejas del equipo, estuvimos haciendo nuestra pequeña comunidad, vivimos retiros, nos ayudaron los matrimonios adultos con algunos temas, fue experimentar ese temario para prepararnos”, señaló Erika.
El 6 de marzo de 2020 se inició el proyecto, con la primera reunión de los matrimonios interesados en formar parte de este grupo.
“Tuvimos dos reuniones presenciales. Después comenzó la pandemia. Nos dividimos en equipos y cada equipo se comenzó sesiones On line. Tuvimos muy buena respuesta, contamos con 29 parejas divididas en cinco equipos ya que una de las parejas del equipo base, por cuestiones laborales no pudo continuar, ahora son parte de un equipo”.
Erika explicó que un rasgo muy importante, es que las parejas del equipo base son usuarios del Método de Ovulación Billings, lo que ha sido de gran testimonio para los matrimonios de la parroquia.
“Gracias a Dios nos da bases para abordar temas pro vida y estar en la misma sintonía”, afirmó.
Compartir desde Cristo
Para pertenecer a este grupo las parejas deben tener un matrimonio de cero a cinco años, y ser menores de cuarenta años de edad.
La clasificación por edad y años de casados, fue decidida por el equipo con base en una investigación que realizaron previamente, en la que vieron que los primeros años de matrimonio, “aunque no son los más difíciles, sí son de acoplamiento”, dijeron Adrián y Erika.
“En estos matrimonios se están viviendo características especiales, distintos a un matrimonio mayor; tal vez no sean situaciones fuertes, pero en ese momento sí los hacen cimbrar. Las experiencias se comparten, así como las situaciones adversas y eso enriquece a la comunidad”, dijo Adrián.
“No son años difíciles, es más bien acercarnos en este momento especial de nuestra vida como matrimonios que empezamos, hacer nuestra vida matrimonial Cristocéntrica. Es adherirnos a la sociedad con el soporte de nuestra Iglesia, de Jesucristo en nuestras vidas”, agregó.
Por su parte, Erika abundó: “Nosotros vivimos una realidad diferente a la que vivieron o pueden estar viviendo nuestros papás”.
Algo definitivamente claro para las parejas que integran este grupo, es que el sacramento del matrimonio les da “una gracia especial”.
«Hay cosas que, en la soltería, pensábamos que no haríamos en el matrimonio, pero al casarnos Dios concede una gracia especial, como herramientas para llevar a cabo ciertas cosas que son parte del amor”, expuso Erika.
Dan y reciben apoyo y acompañamiento
El matrimonio García aclaró que para reflexionar los temas se apoyan de sacerdotes, psicólogos, y otros matrimonios. Y en medio de la pandemia, debieron adecuar los temas para la situación que se está viviendo.
“Estamos desarrollando esta comunidad, no para que sea solamente un grupo, sino para que crezca, que esta primera comunidad vaya dando fruto en otras comunidades. Gracias a la pandemia, pudimos agregar parejas de otros lugares fuera de la ciudad y esperamos que ellos puedan formar y dirigir un grupo allá donde están”, dijeron esperanzados.
Cabe mencionar que este grupo de matrimonios jóvenes, se encuentra trabajando en la pastoral familiar de la parroquia, y son asesorados siempre por los matrimonios mayores.
“Apoyamos con temas para los papás de grupos de Confirmaciones, y estamos trabajando para poder dar pláticas prematrimoniales”, dijo Erika.
Aunque los matrimonios ya están avanzando en sus comunidades y llevan un seguimiento, aún pueden integrarse aquellos matrimonios jóvenes que deseen hacerlo.
“En el grupo se lleva un seguimiento, sin embargo no estamos cerrados, Dios tiene sus momentos. Cuando se integran se les da un resumen para que sepan de qué se trata. Es un grupo de acompañamiento.
Quienes deseen integrarse al grupo pueden hacerlo de dos maneras: A través de la página de Facebook “Matrimonios Jóvenes NSP” o llamando al celular 656 109 5801 con Erika Álvarez.
“Es un crecimiento compartido. Somos una comunidad. Hemos aprendido de las parejas que estamos acompañando”.
Erika y Adrián García, coordinadores
Pasábamos por una situación difícil emocional y espiritualmente. Esta comunidad fue un llamado de Dios, un lugar donde necesitábamos estar. Los temas hacen que nuestra comunicación sea mayor. Estamos muy felices de formar parte de una comunidad tan fraterna y nos alegra el poder conocer otras parejas y formar nuevas amistades.
Celeste y Gerardo
El grupo nos acerco más a Dios como pareja, y eso nos ayudó a mejorar nuestra relación, nuestra espiritualidad creció y vemos las cosas de diferente manera. Nos ayudó a tener una dinámica diferente como pareja a manera de que conocimos gente que es afín a nuestros pensamientos.
Aline y Sergio
Veníamos de un problema muy grande, pero nuestro encuentro con Dios y con personas que son iguales a nosotros, nos cambió. Ahora somos mucho más felices.
Lizeth y Abraham