Mons. J. Guadalupe Torres Campos/ Obispo de Ciudad Juárez
Les saludo en este domingo 17 del Tiempo Ordinario. Seguimos avanzando en julio, mes lleno de actividad. Y seguimos en la Jornada de Oración por la paz en todo México. He escuchado a mis hermanos obispos en las diócesis que hay una gran respuesta de todos, y entre nosotros igualmente nos hemos dado a la tarea de orar con intensidad por la paz en el mundo y sobre todo en nuestro México y ciudad.
A propósito de la oración, Jesús en el evangelio de san Lucas el día de hoy, nos habla precisamente de la oración.
Jesús oraba constantemente. Lo contemplamos: se retiró a orar, subió a la montaña a orar, entró en el desierto a orar…Jesús nos enseña a orar, da ejemplo de oración y hoy los discípulos que ven a Jesús orar le hacen una petición: ‘Señor, ensénanos a orar’. Querido hermano, también yo y tú hagámosle esta petición a Jesús: ‘Señor, enséñame’. No oramos, nos falta amor por la oración o no sabemos orar, entonces hay que contemplar a Jesús que ora, e imitarlo en la oración.
Padre Nuestro
Y Jesús dice a sus discípulos, y hoy a ti y a mí nos enseña la preciosísima oración del Padre Nuestro. Cada frase y expresión es digna de un momento de oración, contemplación, reflexión para aplicar a nuestra vida. Simplemente el inicio, en la oración hay que dirigirnos así, con fe y con amor decir ‘Padre nuestro’. Y es nuestro. Le puedo decir ‘Padre mío’, pero nos enseña a decirle ‘Padre nuestro’ porque todos somos hijos, todos somos hermanos. Enseguida, ‘Santificado sea tu nombre’, ‘Perdona nuestros pecados’…Te invito, querido hermano a que le des cinco minutitos a cada parte de la oración. ¿Qué me dice con cada frase?… y ¿Cómo le respondo al Señor?, ¿Cómo es mi oración?, ¿Cuánto tiempo oramos?
Andamos distraídos, tibios en la oración, llenos de actividades, corriendo; lamentablemente vivimos en un mundo activo pero, nos olvidamos de orar, de ponernos ante la presencia de Dios ya sea en la casa, yendo de camino, en el autobús o yendo al Sagrario ¡Hagamos oración!
Tres expresiones
Enseguida Jesús les enseña una parábola de cómo debe ser nuestra oración.
Dice que un señor recibió a un amigo ya muy tarde y no tenía qué ofrecerle, pero pensó, voy con mi vecino, llego a una tienda, le voy a tocar. Va y le toca, insiste. Es la palabra clave, la insistencia. Aquel hombre siguió tocando fuerte hasta que el casero le abre molesto y lo atiende. De alguna manera la parábola me enseña que debo de orar con insistencia todos los días, mañana tarde y noche. Por eso tenemos la oración de Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas, todo el día orar con insistencia, perseverancia y fe.
Por eso enseguida da la explicación de la parábola en tres expresiones muy bonitas ‘Pidan y se les dará, Busquen y encontrarán…Toquen y se les abrirá’. Dios es un Padre amoroso. A veces nos quedamos cruzados de brazos, pero la oración también es actividad, respuesta, dinamismo. Tocar puertas, espacios, corazones y se les abrirá. ¡Qué hermosas expresiones que se aplican a todo!
También por la paz
Como en el tema de la paz: hay que buscarla, pedirla, tocar para ser instrumentos de la paz del Señor. Estamos afectados por tanta violencia, tanta muerte en todo el mundo, en nuestro país, nuestro Estado y también en nuestra ciudad. Las noticias son lamentables. Y hay que orar por la paz con insistencia, pidiéndole a Dios: ‘Señor, danos tu paz’. Y buscar la paz.
Por eso dice, ‘Te doy la paz’, pero también nosotros convertirnos para ser artesanos de la paz. El artesano busca, hace, elabora, sale al encuentro, construye la paz desde Cristo.
En la segunda lectura de san Pablo a los colosenses, nos dice: ‘Desde el Bautismo fueron sepultados con Cristo, pero también resucitados con Cristo. El pecado es vencido por Cristo y en el Bautismo fuimos purificados para resucitar. Hay que tomar conciencia de la vida nueva que se me ha dado desde el Bautismo, conservar esa gracia. Reconocer que somos pecadores, pero Dios nos perdona y hay que convertirnos permanentemente para tener una vida nueva en Cristo.
Por eso en la Oración colecta decimos: ‘ Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti nada es fuerte ni santo… multiplica tu misericordia…’ A veces me creo muy inteligente, fuerte y muy santo, inclusive, ¡Dios me libre!, lo que somos es gracias a Dios nuestro Padre.
Confiamos en ti, en tu amor, y por eso en la oración le pedimos ‘multiplica tu misericordia’,
¡Pero no para guardarla!, sino para darla, ser instrumento de misericordia con todos. Y la misericordia del Señor es infinita. En el texto del Génesis Abraham insiste y apela a la misericordia. Pero ¿Cómo andamos? Por eso debo convertirme, arrepentirme, cambiar mi vida, ser artesano de la paz.
Orar por la paz
Queridos hermanos: este domingo el Señor nos invita a la conversión desde la oración. Orar con insistencia. Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá.
Hagamos el bien, seamos artesanos y constructores de paz y nuevamente los invito, en ese contexto, el próximo jueves 28 de julio a las 6 de la tarde, a reunirnos en el Parque Hidalgo, a un costado de la parroquia San Felipe de Jesús, para ir en marcha a El Punto y ahí juntarnos todos. A las 6 en San Felipe o a las 7 en El Punto para nuestra Vigilia de Oración por la paz. Te invito, no faltes, ¡Todos somos artesanos de la paz!
La bendición de Dios Todopoderoso permanezca siempre con ustedes. Un abrazo.