Luego de que el presidente de EU Donald Trump anunció la entrada en vigor de aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos importados por Estados Unidos, la Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la economía mexicana es fuerte y soportará, pero también convocó a una asamblea en el zócalo capitalino, en la que anunciará las medidas “arancelarias y no arancelarias” para responder al desafío de Trump.
Algunos actores políticos criticaron esta medida, mientras que otros la consideran idónea para enfrentar la actitud del líder norteamericano. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Cómo deberá enfrentar México el tema de los aranceles impuestos por EU y qué opina de la convocatoria de la presidenta Sheinbaun para dar a conocer su plan en el Zócalo?
Respondiendo al primer planteamiento, México debe enfrentar este desafío con prudencia, firmeza y visión humanista, fortaleciendo su economía interna, promoviendo la justicia en el comercio y apostando por el diálogo y la cooperación internacional.
Fortalecer su economía interna implica reducir su dependencia comercial de EE.UU. mediante estrategias como el impulso a las PyMEs, el fortalecimiento de acuerdos comerciales con otros países y regiones, y promover la innovación y la economía social a fin de impulsar cadenas productivas autónomas. Y para esto, las organizaciones empresariales, sindicales y de la sociedad civil tienen un papel activo en la definición de estrategias para mitigar el impacto de los aranceles. Considero clave que estas instituciones sean espacios de concertación y propuesta en defensa del bien común.
Respecto a la convocatoria en el zócalo, me parece que es una estrategia poco alineada a una política de país y con nulo fundamento en los principios de las relaciones internacionales o la diplomacia. Es solo una respuesta de gobierno populista que genera opinión de masas, frente a otro gobierno populista, el de nuestro vecino del norte, con discurso de derecha. Así de “básicas” son las polarizaciones de la presidenta de México y del presidente de Estados Unidos, el segundo por su puesto, sabiéndose poderoso.
Mtra. Norma Yadira Lozano Fdez./ Politóloga
Lo que ha venido sosteniendo Trump desde su primer mandato, es simplemente poner en marcha las tres funciones principales de los aranceles; proteger, recaudar y equilibrar las condiciones comerciales de Estados Unidos, ante México y Canadá, principalmente, pero abarcando sus pretensiones injustificadas a otras naciones.
En el caso de México, siendo Estado Unidos su principal socio comercial, con exportaciones cercanas a los 500 mil millones de dólares en 2024 a ese país y con la industria automotriz a la cabeza, con más de la cuarta parte de las exportaciones. Hay que tomar en cuenta que esta industria, aunque no es mexicana, sí está muy protegida en México a través de exenciones impositivas en los lugares donde están ubicadas sus plantas de fabricación y ensamble, dejando en clara desventaja a la industria nacional.
A pesar de lo anterior, un aumento en los aranceles a las exportaciones mexicanas, éstas seguirán siendo competitivas (tal vez a un nivel medio) pero existe la opción de buscar otros mercados a los productos meramente nacionales.
Parte del equilibro de las finanzas públicas y del mercado internacional de mercancías, es evitar exportaciones no deseadas de bienes cuyos precios internos son más bajos que los precios mundiales. Por lo tanto, no hay que exportar nada más por exportar, sino hay que fortalecer y satisfacer el mercado de consumo interno.
De igual manera, México debe de seguir promoviendo la Inversión Extranjera Directa (IED) -fuera del mercado norteamericano- en otros nichos económicos como lo son el turismo, la generación de energía alterna y en el sector agropecuario.
Sin duda que el aumento a las tasas arancelarias generará mermas en la recaudación fiscal, pues son parte importante del presupuesto de ingresos del Estado, y es por eso mismo que la política del gasto público -los egresos- debe de ser reorientada a patrones productivos más activos y generadores de bienestar social, no generadores de pasividad conformista. Es decir, construir las condiciones necesarias en infraestructura y servicios que alienten la llegada de nuevos capitales que ayuden, a su vez, a generar fuentes de empleo bien pagadas que deriven en mejores condiciones de vida para los trabajadores mexicanos.
Por otra parte, con respecto a la convocatoria lanzada por la presidenta Claudia Sheinbaum, para este domingo 9 de marzo, en el Zócalo capitalino, se perfila más como un acto político-partidista que pretende medir, de cierta manera, el poder de convocatoria y de popularidad que tiene la titular del ejecutivo federal, no solo ante sus detractores y críticos “conservadores nacionales”, sino también para que Donald Trump le “mida el agua a los camotes” y vea con quién se está metiendo, que vea que la presidenta no está sola y que cuenta con el apoyo del pueblo mexicano.
Considero que hay otras maneras, otros medios, otras escenografías, otro escaparate, en fin, otros modos y no un espectáculo prefabricado al más puro estilo populista, como los de Hugo Chávez o de Fidel Castro.
Pero bueno, las condiciones y el lugar ya están dispuestos; la presidenta ordena y los otros obedecen. Aquí lo importante es conocer cómo le responderá al presidente Trump y esperar su contraataque. El mundo necesita un líder que enfrente la avaricia del poder y ojalá que Claudia Sheinbaum sea la líder que enarbole esa bandera.
Por último, no está de más saber que son los derechos de trámite aduanero y no los aranceles, lo que principalmente encarece el precio de las mercancías importadas.
Jesús Alfredo Rodríguez Castro/El Colegio de la Frontera Norte
Como lo está haciendo la Presidenta de México, en no caer en la provocación misógina, discriminatoria, egocentrista, homofóbica, narcisista y retadora, del Presidente Trump. Con serenidad, paciencia, tolerancia y prudencia, que son virtudes de las que adolece el republicano.
Gravar las mercancías de manera unilateral, viola el T-Mec que el mismo Trump celebró con México, bajo el pretexto de seguridad nacional de su país infestado de la droga fentanilo, derivado de la corrupción en ambos países que han dejado crecer al crimen organizado. No existen antecedentes del gobierno norteamericano, en la detención de los capos que distribuyen la droga en ese país y que además surten de armas a los criminales.
México enfrenta ya la incertidumbre mundial por la desestabilización en la importación y exportación de mercancías con el aumento del 25%, que finalmente afecta más al consumidor. Pone a los Estados Unidos en una posición de desconfianza para la inversión extranjera y creo que los productores y empresarios estadunidenses serán igualmente afectados, ante la imposibilidad de la movilización inmediata de sus empresas y sobre todo en la contratación de mano de obra.
México ya está enfrentando con determinación y unidad empresarial el desafío, a través del Consejo Coordinador Empresarial, bajo el Plan México y el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, con el objetivo de crecer económicamente, utilizando a nuestros propios recursos y con el apoyo del gobierno federal bajo el lema “lo hecho en México está bien hecho”.
Se abren otras sociedades en el mundo del comercio exterior con muy buenas posibilidades, para no depender de los Estados Unidos solamente. Además de que México tiene una capacidad económica y de inversión nacional aceptable, para enfrentar la inflación y desestabilidad económica. La seguridad, sobriedad y determinación con la que se ha mostrado la Presidenta Claudia Sheinbaum, ha sido un buen ejemplo para unirnos a los mexicanos de todos los sectores.
Respecto a la convocatoria para el próximo domingo en Zócalo de la Ciudad de México, es muy importante interpretar que es el lugar donde nació México y que es el lugar idóneo para decirle al mundo entero que México no admite intervencionismo extranjero, junto con la defensa de nuestra democracia, soberanía y libertad que tanta sangre derramada nos ha costado a través de los tiempos. El lugar perfecto para que Donald Trump vea que la presidenta no está sola y que México está unido.
Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca/Abogado mediador
El hecho de imponer aranceles a los productos mexicanos por parte de Estados Unidos hacia México existiendo un Tratado de Libre Comercio entre los dos países es una incongruencia. Sin embargo, la presión puesta por su misma gente al momento de declararlos procedentes, lo hizo recapitular en dos días – eso sí, alargando nuestra incertidumbre hasta el 02 de abril del presente.
Estas acciones están adelantando la renegociación del T-MEC para antes del 2026, comenzando desde ya mesas de trabajo sectoriales para iniciar con los análisis. Sin embargo, para ninguno de los tres países, Canadá, México y Estados Unidos es operante el tema de aranceles, pues se daría inicio a una ‘guerra comercial’ en donde ninguno saldría ganador. Como resultado tendríamos inflación y/o recesión que a ningún país conviene. Somos socios comerciales desde hace mucho tiempo y si bien las cosas y procesos deben mejorar continuamente, debemos seguir siendo ganadores los tres países. Existen cadenas de suministros que, al momento de cambios abruptos, sería complicado adecuarlas.
Por lo pronto, este domingo habrá fiesta en el Zócalo con el mitin convocado por nuestra presidente Claudia, pero ¿qué festejaremos? ¿Una prórroga? Pues ya no será necesario conocer el Plan A, B, C por el momento. Pienso en que se deberán celebrar las negociaciones de nuestra presidente y su temple ¡Como toda mujer! Es una mujer preparada, educada, conocedora que no dudará en buscar opciones para salir de esta encrucijada, pues a fin de cuentas este tiempo es solo un respiro.
María Teresa Delgado/Consejera Nacional, Index Juárez