Lectio Divina correspondiente al domingo 9 de febrero. V Domingo Ordinario. Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 5, 1-11
En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí Señor, porque soy un pecador!” Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Ahora hagámonos las siguientes preguntas:
¿En dónde se encontraba Jesús? ¿Por qué se agolpaba la gente a su alrededor?
Jesús sube a una barca para estar en un mejor lugar para enseñar a la gran cantidad de personas que le escuchaban ¿de quién era la barca?
Jesús pide a Simón que salga a pescar, pero él ya había salido sin lograr nada ¿por qué obedece a Jesús?
Al ver la cantidad de peces que sacaron ¿cuál fue la reacción de Simón? ¿Quiénes más acompañaban a Simón?
Jesús le dice a Simón que desde ahora será pescador de hombres ¿y qué hacen Pedro y sus amigos al regresar a tierra?
Interioricemos en el texto
San Lucas nos presenta esta narración sobre el llamado de sus primeros discípulos; primero vemos que Jesús ya era conocido por sus predicaciones y mucha gente procuraba escucharle, pues en sus enseñanzas veían reflejada la Palabra de Dios. Luego el Evangelio nos deja ver que el acto de fe reflejado en la obediencia de Simón hacia el Maestro, hace que vea en Jesús a su Señor. Aun reconociéndose como pecador, Simón recibe el llamado para ser un “pescador de hombres” y a partir de ese momento, junto con Santiago y Juan, toma la decisión de seguir a Jesús.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Sabemos por el Evangelio que Simón después sería llamado Pedro por Jesús y que la misión tan importante que a él le fue encomendada fue fundamento de nuestra Iglesia; la relación de confianza que el Maestro tuvo en él inicia con el acto de obediencia al salir nuevamente a pescar, sin importar el fracaso anterior, ni el cansancio y solo con la fe en las palabras del Maestro. Como católicos sabemos quién es Jesús, quién es el Señor, pero ¿tenemos fe en sus enseñanzas? ¿estamos dispuestos a seguir su guía cuando por nuestras fuerzas propias hemos fallado? ¿puedo ser capaz de abandonarme en la obediencia de la fe, siquiera de intentarlo?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Padre bueno, aumenta mi fe
para reconocer realmente a Jesús como mi Señor,
ayúdame a ser obediente a tu Palabra,
envíame la fuerza de tu Espíritu para seguirle.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que alimente nuestra fe:
« Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. » (Salmo 138, 8)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Así como la fe de Simón Pedro tuvo su origen en escuchar las enseñanzas de Jesús, nosotros debemos acudir asiduamente a su Palabra. Leer nuestra Biblia cotidianamente es esencial para que nuestra fe esté siempre firme.
Propuesta: Esta semana buscaremos el momento adecuado para acercarnos a la Palabra de Dios, propongámonos leer todos los días algún pasaje de la Biblia y dejemos que esto guíe nuestra oración y nos lleve a actuar en favor de quien necesite nuestra ayuda, ya sea material o espiritual.