Presencia
Ante el notable incremento en la actividad inmobiliaria en Samalayuca, así como algunas obras de urbanización por parte de inversionistas, algunos activistas ambientales han denunciado que esto no debe permitirse, pues va en contra de un decreto de preservación ecológica de la zona.
Como se puede apreciar en medios de comunicación y hasta en las calles donde proliferan anuncios, la venta de terrenos en Samalayuca se ha incrementado de unos tres años a la fecha. Se promueve esta venta para la construcción de cabañas o centros de descanso, que para los muchos fronterizos es una opción positiva, pero para los ambientalistas es algo preocupante, pues se pone en riesgo el área natural protegida en la zona. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina del desarrollo inmobiliario que está teniendo Samalayuca (por la venta de terrenos) y cómo beneficia a Ciudad Juárez?
Los activistas consideran que en la zona de los médanos de Samalayuca se realizan actividades prohibidas en el plan de manejo de esa área de protección, ante la omisión de las autoridades del Municipio de Juárez. Un desarrollo inmobiliario se define como la actividad de gestión y coordinación entre diferentes disciplinas, enfocada en la creación de una propiedad residencial o de otro tipo. Proyectos como este, suponen la gestión del terreno para construir, obtener los permisos legales, planos aprobados, materiales a utilizar en la construcción e incluso un modelo previo que incluya todos los servicios.
Sin embargo, el desarrollo inmobiliario que se ha convertido en un “boom” en el poblado de Samalayuca desde 2020, consiste solamente en la venta de lotes campestres. Algunas personas, como los dueños o representantes de las compañías desarrolladoras (vendedores), afirman que ellos absorben el gasto para la conexión a las fuentes de agua y energía eléctrica, con tal de evitar un crecimiento urbano sin servicios. Pero, Sergio Nevárez, presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) expuso que el mencionado crecimiento se está generando sin vigilancia y con falta de información en materia de disponibilidad de agua potable. Es evidente, que esta venta de terrenos perjudica gravemente la vida de toda la población, en los ámbitos económico, social y medioambiental.
Al principiop, solo los ejidatarios realizaban la venta de terrenos, pero despues hubo quienes empezarona comprar grandes extensiones de tierra para fraccionar y vender
Hoy, los vendedores informan que los desarrollos se abastecen de agua, siendo este un recurso previamente concesionado para fines agrícolas a los propietarios ejidales por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El sobreuso de agua en la región ha generado que el nivel de los mantos disminuya tanto, que han desaparecido los ojos de agua, que eran un atractivo turístico, y que han dejado de crecer las especies forrajeras, por lo que el ganado fue sacado de la zona (Villalpando, 2006).
Como podemos ver, es evidente que la venta de terrenos en Samalayuca perjudica gravemente la vida de los pobladores locales y la de los juarenses. El manejo que se está haciendo del supuesto “desarrollo inmobiliario” es oportunista, irresponsable e ilegal, considerando lo que se anota en el Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Médanos de Samalayuca. Manejo implica “generar líneas de operación, impulsando proyectos alternativos basados en esquemas de uso sustentable de los recursos naturales, así como fortalecer el desarrollo comunitario, promover el patrimonio natural, histórico y cultural del Área; así como, mitigar las condiciones de pobreza y marginación de las comunidades involucradas, para situarlas en un horizonte de desarrollo sustentable local. Es decir, urge establecer acciones de conservación de los ecosistemas y sus elementos, mediante la implementación de medidas y políticas de inspección y vigilancia, prevención, control […] de contingencias ambientales, preservación e integridad de áreas frágiles y sensibles (Congreso de la Unión, 2013).
Fide Luna/ Educadora ambiental
Samalayuca es uno de los pocos poblados que es parte del municipio de Juárez, que -recordemos- no es lo mismo que la mancha urbana de Ciudad Juárez, que a su vez durante décadas por su expansión se ha “comido” varias poblaciones como Zaragoza, San Lorenzo, El Valle, etcétera … Y es que es importante tener esto en cuenta al momento de analizar el impacto de Samalayuca y su desarrollo para la región, ya que al ser parte del municipio de Juárez, depende de este para recursos, permisos, planes de desarrollo, servicios públicos, etcétera.
La industria inmobiliaria en México ha dejado claro que su prioridad es vender aún sin tener bien asegurada una sustentabilidad a largo plazo. Por ejemplo el servicio de agua potable que es el recurso natural más importante de nuestra región, ya ha sufrido de escasez en los últimos veranos y que se hace notar bastante por las innumerables quejas de vecinos en los desarrollos inmobiliarios más nuevos de Ciudad Juárez. Es por eso que creo que las autoridades municipales deben ser muy cuidadosas, pues en caso de no tener asegurada su sustentabilidad, puede no solo poner en riesgo el futuro de los desarrollos en Samalayuca, sino también de la ciudad.
Tengo entendido que en la práctica y en el corto plazo, la venta de estos terrenos le genera ingresos a gobiernos, le da a sus compradores una forma de invertir para su futuro y permite traerle un movimiento económico más amplio a aquella región.Y aunque el uso que se promueve de estos terrenos no va hacia una plena urbanización, sino más bien para un uso recreativo semi rural, por decir cabañas de fin de semana, espacios de recreación al aire libre, deportes extremos, entre otros, se debe de tener estos límites también en el uso de suelo y en los reglamentos de construcción desde un principio, ya que, hasta donde sé, Samalayuca no es una zona que en los planes de desarrollo municipales, estatales o federales, esté planeada para ser totalmente urbanizada como una extensión de la ciudad.
Y es que si volteamos a ver los graves problemas que hoy nos genera la enorme mancha urbana de baja densidad de Ciudad Juárez (poca cobertura de transporte público, seguridad pública, seguridad vial, educación, cultura, servicios públicos…) sumada al bajo presupuesto público anual que las tres esferas de gobierno le dedican a los servicios y la infraestructura pública, no es de sorprenderse por qué muchos podemos estar preocupados de que Samalayuca exija a ese bajo presupuesto, estirarse aún más en favor de beneficiar al mercado inmobiliario.
El municipio de Juárez, su ciudad y alrededores, aún tienen mucho por desarrollarse, especialmente de forma vertical para aprovechar mejor los recursos, pero se debe tener cuidado en los cómo y los cuándo, pues no me queda duda que la sustentabilidad y el ofrecer una buena calidad de vida a sus habitantes es una tarea frágil.
La idea de que algunas personas en Juárez tengan una inversión en forma de una pequeña cabaña en las afueras de la ciudad para fines de semana me agrada, a la ciudad le permite tener una oferta más amplia de espacios recreativos, sin embargo, su posible urbanización creo puede ser bastante contraproducente pues en lugar de aportar a la calidad de vida de los juarenses, le estaría quitando recursos naturales y económicos que de por sí son ya bastante limitados.
Luis Carlos González/ Integrante del Consejo de Movilidad de Ciudad Juárez
El pasado 22 de noviembre el H. Ayuntamiento de Juárez autorizo los primeros tres fraccionamientos campestres alrededor del poblado de Samalayuca, a solicitud del C. Benjamín Fuentes Licon en su carácter de Representante legal de Grupo BEFUEDS, S.A de C.V. Esto representa la entrada de 765 viviendas para personas que tienen interés en la valoración del paisaje rural y el estilo de vida campestre en contextos rurales periféricos de Juárez; en otras palabras, esto representa una opción para urbanizar el campo; sin embargo, no se cuenta con una planeación urbana integral que controle y regule este tipo de desarrollos.
Tanto el Plan Municipal de Desarrollo Urbano Sostenible (PMDUS), como el Plan de Desarrollo Urbano Sostenible del Centro de Población (PDUS) instrumentos de planeación que controlan el ordenamiento territorial y el desarrollo urbano en el municipio de Juárez, recomiendan generar normatividad que regule las actividades y usos de suelo en estas zonas, las cuales requerirán de una estrategia específica para incorporarlas dentro de un Sistema Urbano Rural, sobre todo en el caso de Samalayuca, donde existen zonas de valor ecológico y patrimonial.
Sin embargo, hasta el presente, las autoridades han fallado en establecer regulaciones que faciliten el desarrollo planificado y sostenible de la zona. Esto implica considerar la provisión de infraestructuras urbanas que requieren modificaciones topográficas que impactan el paisaje natural, contaminación acústica y, en general, la perturbación de la vida silvestre autóctona. Además, se suma el alto estrés hídrico que enfrenta el Estado.
Por otro lado, esta urbanización dará lugar a nuevas interacciones en cuanto a ocupación y convivencia entre los habitantes originarios de las comunidades rurales y los recién llegados con diferentes estatus socioeconómicos, expectativas y estilos de vida. Aunque aún es temprano para hablar sobre los beneficios que este tipo de desarrollo podría aportar a las comunidades rurales de Samalayuca, es crucial enfocarse en una planificación adecuada con miras a fomentar un desarrollo sustentable en el futuro.
Judith Carrillo Carrera/Plan Estratégico de Juárez