Lectio Divina correspondiente 13 de agosto de 2023, Domingo XIX del Tiempo Ordinario…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Samuel Pérez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Mateo 14, 22-33.
Inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió a la montaña para orar a solas. Al llegar la noche, estaba ahí solo. La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario. Y de madrugada Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos, al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían: -Es un fantasma. Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida: ¡Ánimo! Soy yo, no teman. Pedro le respondió: -Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre las aguas. Jesús le dijo: -Ven. Pedro saltó de la barca y, caminando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero al sentir la violencia del viento se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó: – ¡Señor, sálvame! Jesús le tendió la mano, lo levantó y le dijo: – ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado? Subieron a la barca, y el viento amainó. Y los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: -Verdaderamente eres Hijo de Dios. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
Mientras Jesús despedía a la gente que estuvo presente en la multiplicación de los panes, ¿qué hacen los discípulos?
¿Cuánto tiempo pasó Jesús orando a solas en la montaña?
¿Qué sucedía con la barca donde estaban los discípulos de Jesús?
¿Cuál fue la reacción de los discípulos al ver a Jesús caminar sobre las aguas?
¿Qué les dice Jesús?
¿Qué sucede entre Pedro y Jesús?
Al estarse hundiendo Pedro, Jesús le tiende la mano y lo salva, ¿qué le dice?
Ante este milagro ¿qué sucedió finalmente con los discípulos?
Breve Estudio Bíblico
La liturgia de la Palabra de este domingo XIX del Tiempo Ordinario permite reflexionar sobre la experiencia que cada uno hemos vivido en el camino de la fe y como, a partir de esa fe, reaccionamos cuando Dios se manifiesta en nuestra vida. El Evangelio presenta a Jesús después de haber alimentado a la multitud en la multiplicación de los panes y muestra a los discípulos obedientes, pues hacen lo que el les pide, pero también temerosos, confundidos e incrédulos ante una situación que debieron lidiar inicialmente por sí solos. Algo importante resalta el texto, en el atardecer del día, Jesús envía a los discípulos a la otra orilla del lago (a tierra de gentiles), despide a la gente e inmediatamente sube a la montaña para orar a solas. Es hasta en la madrugada que va caminando sobre las aguas del lago hacia sus discípulos. ¡Cuánto tiempo dedicaba Jesús para estar a solas con su Padre! Jesús es el modelo de como se ha de vivir la fe: buscar el encuentro con el Padre, confiar plenamente en Él y actuar conforme a su voluntad. Algo faltaba en la fe de los discípulos ya que al estar en la barca en una situación de peligro pues el viento les era contrario (esto representa las fuerzas hostiles del mundo), dudaron y se llenaron de gran temor al punto que cuando Jesús interviene para salvarlos, no logran reconocerlo, creían que era un fantasma. Algo particular presenta Mateo en su relato a diferencia de Marcos y Juan que también narran este suceso, es un diálogo entre Jesús y Pedro que refleja en el comportamiento del discípulo un amor impulsivo y una fe debilitada por la duda. Jesús dice “Yo soy”, Pedro dice “si eres tú”, ese “Soy yo” en boca de Jesús es un eco de la revelación de Yahvé a Moisés en el Antiguo Testamento que ahora invita al discípulo a creer en lo que le está siendo revelado. Los discípulos terminan postrados adorando a Jesús y como un claro reconocimiento de la apertura de la fe deciden continuar a su lado reconociéndolo como el verdadero Hijo de Dios.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
¿Busco un tiempo durante el día para estar a solas con Dios en oración? En mis tiempos de oración, ¿cuánto tiempo dedico para escuchar a Dios?
Ahora has propias las palabras de Jesús a sus discípulos que, ante la duda, la confusión y el caos que vivían y que hoy tú puedes estar viviendo te dice: ¡Ánimo! Soy yo, no temas. ¿Dejarás que Dios sea Dios en tu vida?
¿Qué ecos produce en mi vida que, como a Pedro, Jesús hoy te dice “Ven”? Es un llamado a vencer todo miedo y angustia para confiar plenamente en Dios y así actuar desde su voluntad.
¿Cuál es el camino de fe por el que una persona llega a confesar que Jesucristo es verdaderamente el Hijo de Dios? ¿Qué relación tiene ello con mi fe?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
¡Señor, sálvame!
Sálvame de una fe agonizante y estéril.
Sálvame del odio, el rencor y el miedo que paraliza y no deja vivir.
Sálvame de la apatía, la falta de amor y caridad para mis hermanos.
Sálvame de una pereza espiritual.
Sálvame de una vida sin Ti.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«Muéstranos, Señor, tu misericordia» (Salmo 84).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Así como Elías que huye a la montaña y allí Dios se le manifiesta para brindarle paz, confianza y fortaleza (primera lectura), nuestro Señor hoy nos invita a creer.
Propuesta: Ven, te dice el Señor. Jesucristo Eucaristía te espera para vivir un momento en su presencia, te espera en la oración, te espera en su Sagrada Escritura, te espera en el rostro del migrante, te espera en aquella persona de quien te has olvidado. ¡Ánimo! Dios está contigo.
Primera Lectura: I Reyes 19, 9. 11-13
Salmo 84
Segunda Lectura: Romanos 9, 1-5
Color: Blanco