Roberto O’Farrill Corona/ Periodista católico
Conocido como San Nicolás de Bari, pues su cuerpo reposa en esta ciudad italiana, es un santo am-pliamente conocido y venerado en todo el mundo cristiano. Es el Santo Patrono de Turquía, de Ru-sia y de Grecia. Nació en Turquía, y en Roma se le edificó una iglesia desde el año 550. San Meto-dio, obispo de Constantinopla, escribió su hagiografía y muchos santos, entre ellos Juan Crisósto-mo, han escrito ampliamente sobre él. Además, el famoso y simpático Santa Claus, que se hace pre-sente en el tiempo de Navidad, no es otro sino él mismo.
Nicolás nació en Patara, Licia, hoy Turquía, en una familia rica. Desde niño gustaba de regalar sus pertenencias a los pobres mientras les hacía saber a sus padres que “sería un pecado no repartir mu-cho, siendo que Dios nos ha dado tanto”. El obispo, que era su tío, lo ordenó sacerdote. Al morir sus padres heredó una fortuna que repartió entre los pobres para luego ingresar a un monasterio. Luego de unos años, obtuvo el permiso de sus superiores para viajar a Tierra Santa porque tenía el grande deseo de conocer los lugares donde vivió y murió el Señor. Al volver de su peregrinaje, de paso por la ciudad de Mira, cuando obispos y sacerdotes indagaban quién pudiese suceder al obis-po anterior, que había muerto, quisieron dejar la decisión a la Providencia divina y elegir obispo al primer sacerdote que llegara a la diócesis. Al momento, sin saberlo, entró Nicolás y por aclamación de todos fue electo Obispo de Mira.
En su iconografía, sus atributos suelen mostrarlo unas veces con tres niños dentro de un canasto o barril, a quienes volvió a la vida luego de que un criminal los acuchillara, y otras veces con unas señoritas, a quienes rescató de caer en la prostitución, pues propio padre las había entregado a un prostíbulo enfurecido porque ellas no aceptaron a los esposos con quienes él les había determinado casarse, pero Nicolás las rescató y además les entregó el dinero necesario para las dotes de sus bo-das con los pretendientes a quienes ellas realmente amaban.
Dios ha favorecido a san Nicolás al conceder muchos y grandes milagros por su intercesión. Es Patrono de los marineros, pues se apareció en medio de una tempestad en altamar a unos marinos que imploraban con fe: “Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen obispo Nicolás, sálvanos”. Al instante vieron a san Nicolás, sobre el barco, bendecir y calmar las aguas embravecidas. Es patrono de los inculpados porque rescató a tres inocentes que serían condenados y que imploraron la pro-tección de su obispo Nicolás, quien en sueños le habló al juez para hacerle saber que con su senten-cia condenaría a tres inocentes. Al día siguiente ellos fueron absueltos de toda culpa y delito. Es pa-trono de los niños porque cada año solía enviarles dulces y juguetes que en grandes costales distri-buían los sacerdotes de la diócesis de Mira.
Entre los variados tipos de adversidades en los que él interviene en favor de los hombres como in-tercesor ante el Señor, se encuentran los problemas económicos, los que suele resolver con inteli-gencia y con prontitud, siempre y cuando el fin sea bueno y justo. Son muchas las ocasiones en las que socorre haciendo llegar los recursos necesarios y suficientes, obtenidos del justo trabajo para superar esas carencias de dinero.
Durante la persecución del emperador Licinio contra los cristianos, fue encarcelado y azotado. En su prisión evangelizó a los prisioneros hasta que el nuevo emperador, Constantino, lo dejó en liber-tad junto con todos los cristianos perseguidos. Como obispo de Mira combatió la herejía arriana que negaba la divinidad de Jesús e impidió la irrupción de los arrianos a su diócesis.
Este bondadoso y grande santo murió el 6 de diciembre del año 345 y fue sepultado en la catedral de Mira. Años más tarde los musulmanes invadieron la antigua Constantinopla que quedó converti-da en territorio islamita. Pero al otro lado del mar, unos marineros decidieron rescatar el cuerpo de su Santo Patrono a fin evitar la profanación de su sepulcro cuando las iglesias fueron transformadas en mezquitas. Llegaron a Mira y se llevaron el cuerpo a Bari, Italia, donde reposa y es muy visitado por peregrinos de todo el mundo que buscan a este grande santo para que les obtenga un favor o un milagro de Dios, como sucede también en su capilla, la primera a la izquierda al ingreso a la catedral de Puebla de los Ángeles.
Con la memoria litúrgica de san Nicolás, el día 6 de diciembre de cada año, se percibe la grata cercanía de la Navidad.